lunes, 24 de octubre de 2011

UN IDIOMA PARA APRENDER A COSER

El viernes leía una noticia en el periódico, que cuando menos...Me llamó la atención.
¿A dónde vamos a llegar?.


" Dos mujeres inmigrantes en riesgo de exclusión son expulsadas de un taller remunerado de costura por no hablar "bien" español. El único requisito del curso era que estuvieran desempleadas.
Viviane t iene 32 años, una abundante cabellera y una sonrisa tímida. Vive en Quijorna desde hace casi dos años. Se trasladó allí desde Fuenlabrada en busca de un alquiler más barato. Había trabajado durante años como vigilante en una fábrica del sur de la región, pero al quedarse embarazada perdió el empleo. Ahora está sola y con dos niños. Es víctima de malos tratos y acaba de perder la esperanza de ganar dinero para sacar adelante a su familia.


Unos meses atrás, una amiga le informó sobre las escuelas taller de fomento de empleo que financia la Comunidad de Madrid y gestionan los ayuntamientos. Son casas de oficio que ofrecen formación durante un año. Los alumnos tienen la consideración de trabajadores y cobran un sueldo de cerca de 1.000 € al mes durante un año. Viviane,con sus condiciones,no se lo pensó. Presentó la solicitud para participar en un curso de costura en Quijorna. Esperó pacientemente durante un año hasta que le tocó suerte. Había estado cobrando el subsidio por desempleo y llegaba a su fin. En septiembre le comunicaron en la oficina de empleo de Alcorcón que había sido seleccionada para el taller "Coser y cantar" en el pueblo donde vive. Las clases comenzaron a principios de octubre. Viviane habla con un fuerte acento. Aún no domina completamente el español, aunque entiende y se hace entender con facilidad.


"Nos daban la revista "Hola" para que la leyéramos y luego nos obligaban a hacer resúmenes.",cuenta la nigeriana con tono de angustia. "La profesora explica de una forma muy técnica que la mayoría de las chicas no entendíamos. Cuando le preguntábamos nos decía: "Si no sabes,no puedes estar aquí".,cuenta.
Una semana después de empezar el taller recibió una carta del Ayuntamiento de Quijorna en la que se le informaba de que no había superado el periodo de prueba y debía abandonar el taller.
La directora del taller había enviado un informe a los responsables municipales en el que decía: "Se ha podido detectar una falta de integración por problemas con el lenguaje por lo que no es capaz de seguir la dinámica del resto de grupos por la incorrecta compresión del idioma. Viviane ha perdido el trabajo y no tiene dinero para atender a sus dos hijos.




En la misma situación está Hossnia Elkhadiri, de 36 años, que llegó de Marruecos hace varios años. Ambas tienen el permiso de residencia. Hossnia, que oculta su cabello con un pañuelo, parece más resuelta con el idioma. Tiene 4 hijos y vive con su marido que también está en paro después de haber trabajado en España durante 22 años.
Esta mujer de ojos vivos,considera una injusticia que las hayan expulsado del taller. "Nos han hecho un examen de matemáticas y lengua. Le hemos tenido que enseñar matemáticas a alguna compañera
española que ya tiene algunos años. Somos listas y tenemos ganas de aprender.", apunta con un fuerte acento entre marroquí y catalán.  Es el rastro que le queda tras haber trabajado durante 6 años en Tarragona.
Hossnia, es más osada y considera que tras su expulsión hay otros motivos: "Cuando hablaba siempre miraba a españolas,a nosotras no nos hacía caso." Llevaba dos años esperando el taller y cuando lo consiguió la echaron enseguida. Por eso siente una mezcla entre frustración e indignación: " Le pregunté a la profesora si el curso era para aprender costura o para aprender español perfectamente."

La alcaldesa del municipio, Mercedes García, justifica la decisión de la directora del taller municipal. "Las alumnas tienen que pasar una prueba mínima de dictado y comprensión y estas personas no han pasado la prueba. La decisión no corresponde al Ayuntamiento, sino a la directora del curso.",señala la alcaldesa, ahondando en su justificación. "Ha debido haber un gran error en la oficina del INEM. "Si no saben español dificilmente pueden hacer un curso.",zanja.

Las dos mujeres habían depositado muchas esperanzas en ese taller remunerado. Ahora su mundo parece desmoronarse. Relatan en un COMPRENSIBLE ESPAÑOL su paso por diferentes trabajos en este país.  Se lamentan porque ahora no saben cómo afrontar el alquiler. Creen que su situación puede ser dramática, pero al menos tiene la ayuda de una veintena de vecinos de Quijorna, que se está movilizando a través de las redes sociales para echar una mano a las dos mujeres que se han quedado sin recursos. "Están a punto de ser deshauciadas, viene el invierno y hasta dentro de seis meses no podrán cobrar la renta mínima de inserción.", explica Almudena Concejo, vecina y portavoz socialista en el municipio. "A Viviane le quedan 11 € en la cuenta antes de terminar el mes. Lleva dos meses sin poder pagar el alquiler y sus bebés llevan varios días sin poder tomar leche.Les da agua con azúcar.", explica Azucena, que cuenta cómo han elaborado una lista con las tallas de las familias de Viviane y Hossnia para conseguir ropa contra el frío. También están haciendo acopio de alimentos no perecederos y están en búsqueda de un lugar donde puedan alojarse"

Fuente: Diario "El País", 21.10.2.011

No es la primera vez que se ven noticias de este tipo. ¿ Racismo?, ¿Intereses?... No creo, personalmente, que las hayan echado porque no sepan hablar perfectamente español. Considero que todos somos personas aquí, y allí. En España, en Argelia, en Marruecos...Creo que deberían mirarse más las necesidades de las personas y no tener en cuenta el color, la raza, la cultura... Hoy son ellos, mañana quizás seamos nosotros los que nos veamos en una situación similar.