martes, 18 de octubre de 2011

Día Internacional de la erradicación de la pobreza




Ayer ,17 de octubre, se celebró el Día Internacional de la erradicación de la pobreza. Este día viene "celebrándose" desde el año 1.993, desde su declaración por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Entrecomillo "celebración" pero hay que pensar en el buen propósito de la misma, ya que intenta promover una mayor conciencia sobre la necesidad que hay de erradicar el hambre en el mundo, porque el mundo es de todos y el mundo somos todos.
Las cifras hablan y diariamente mueren más de 65.000 personas por culpa del hambre.

Este día, en pleno siglo XXI debería ser algo impensable, pero la pobreza es un hecho real, un hecho que existe. Hace años pensábamos en pobreza e inconscientemente nos venía a la cabeza el continente africano, hoy también y más con la terrible noticia de la hambruna del Cuerno de África; pero desgraciadamente  no hace falta dirigir la mirada hasta ese continente. Mucho más cerca de lo que pensamos, no sólo en los mal-llamamados países subdesarrollados hay hambre sino que en los peor llamados países desarrollados también la hay.





Comparto un relato de uno de mis escritores favoritos, Eduardo Galeano , titulado "Los nadies"  y dedicado a quien nunca tendría que dedicarse. Va por ellos.

"Sueñan las pulgas con comprarse un perro 
 y sueñan los nadies con salir de pobres,
 que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte.
 Que llueva a cántaros la buena suerte;
 pero la buena suerte no llueve ayer, ni mañana,ni nunca,
 ni una lloviznita cae del cielo de la buena suerte
 por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, 
 o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
 Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
 Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
 corriendo la liebre ,muriendo la vida,
 jodidos, rejodidos.
 Que no son aunque sean.
 Que no hablan idiomas, sino dialectos.
 Que no hacen arte, sino artesanía.
 Que no practican cultura, sino folclore.
 Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
 Que no tienen cara, sino brazos.
 Que no tienen nombre, sino número.
 Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
 Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata. "